FCC, OHL, Comsa-Emte y BCN Godia negocian la venta del hotel W, más conocido como hotel vela, con diversos grupos inversores por cerca de 200 millones de euros (costó más de 260 millones).
La crisis económica no hace prisioneros y hasta hoteles tan emblemáticos como éste han sucumbido. Las constructoras de este país tienen que hacer caja para reducir deuda y se desprenden de los pocos activos que pueden hacer líquidos, aunque sea desprendiéndose de un ícono de la ciudad condal.
La ley de costas es solo para unos pocos. Sólo afecta a los bares y chiringuitos de la playa. En cambio parece surrealista que un cacho de cemento como éste se haya permitido construir en plena costa de Barcelona y a menos de 100 metros como marca la ley.
Está claro que contra el autónomo de turno lo tienen fácil, en cambio contra ejecutivos con corbata de las grandes constructoras la ley se puede cambiar.
En este caso para poder construir lo han llamado "equipamiento" y han hecho que se rija por la ley de puertos. Una forma muy sutil de saltarse la ley a la torera (a pesar de haber prohibido los toros en Catalunya)
Sólo en este país se pueden hacer cosas de este tipo. Plantarnos un bloque de cemento de semejante magnitud en plena playa de Barcelona y encima tener los santos cojones de poner pegas a los chiringuitos que ofrecen un servicio a toda la ciudad y que nos dejan disfrutar de esas sagradas cañas delante del mar.
Nos putean delante de nuestras narices y encima nos hacen pagar la cama.
La Generalitat y el Ayuntamiento de Barceloan se han vuelto a cubrir de gloria.
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