viernes, 29 de marzo de 2013

Afectados por las preferentes pasan por caja, con fuertes descuentos

Ya tenemos aquí las rebajas introducidas por el FROB, recientemente ha anunciado las pérdidas que se impondrán a los tenedores de las preferentes y de la deuda subordinada de las entidades bancarias nacionalizadas.

El recorte del valor de los afectados por Catalunya Banc será del 61% del valor de las preferentes; del 40% para la deuda subordinada perpetua y 15% para la deuda subordinada con vencimiento.

El recorte del valor de los afectados por NovaCaixaGalicia Banco será del 43% para las preferentes, del 41% para la deuda subordinada perpetua y del 22% para la deuda subordinada con vencimiento.




El recorte del valor de los afectados por Bankia será de una media del 38% para las preferentes, del 36% para la deuda subordinada perpetua y del 18% para la deuda subordinada con plazos de vencimiento.

A estos últimos no se les devolverá el dinero sino que se les entregarán acciones de Bankia tras reducir su valor en bolsa a 1 céntimo de euro por acción (salió a bolsa hace poco más de 1 año a 3,75 euros después de rebajar el precio desde los 5 euros). En total adquirirán un 30% de las acciones de Bankia y conservando el 70% el Frob.

Todos los afectados aún tienen la esperanza de poder acudir al arbitraje, pero antes se les entregarán las acciones de Bankia y después podrán solicitar el arbitraje a la Dirección General de Consumo (la entidad creará una página web dónde informarse del procedimiento a seguir)



El número de inversores en preferentes de BFA-Bankia asciende a unos 80.000 y hay en circulación 3.125 millones de euros en preferentes. La deuda subordinada colocada entre pequeños inversores asciende a unos 1.900 millones de euros. Si a esto le añadimos los 3.500 millones recaudados en la salida a bolsa estamos hablando seguramente de la mayor estafa que jamás haya tenido lugar en España y seguramente una de las mayores del mundo (8.500 millones de euros en total).

Tras este escándalo vergonzoso nacional la única demostración de responsabilidad política ha sido que Rodrigo Rato haya salido por la puerta giratoria político-empresarial para entrar directamente en Telefónica. Nada más.


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