
Cada vez me avergüenzo más del comportamiento de la
justicia española.
Cuando éramos pequeños, en la desaparecida EGB, nos
decían que el poder judicial era un poder
independiente que se encargaba, precisamente, de imponer justicia en el
país.
Tenía todo el sentido del mundo que la justicia
fuese independiente aunque no me habían salido los primeros cuatro pelillos del
bigote...