Distintos modos de afrontar una misma crisis
Volvemos al año 2008 en el que 4 países descubren que están sufriendo una tremenda burbuja inmobiliaria que desemboca en una tremenda crisis financiera. Hablamos de Estados Unidos, Irlanda, Inglaterra y, como no, España.
Los tres primeros países reconocieron la burbuja, los bancos asumieron las pérdidas, muchos quebraron . El precio de la vivienda se desplomó al reventar la burbuja. Tras ese desastre los pocos bancos que quedaron en pie se tuvieron que recomponer, es decir, volver a invertir capital para seguir con la actividad: menos competidores más posibilidades de beneficios. Tras la crisis los bancos que han salido airosos vuelven a dar beneficios año tras año.
En cambio en España no fue así, ante la misma burbuja inmobiliaria y crisis financiera en España se decide esconder la basura debajo de las alfombras. Se refinancia a promotores y morosos: patada hacia delante con el fin de que los resultados no recojan lo que todo el mundo ya sabe. Se da la paradoja de que las cotizaciones se desploman pero en cambio los beneficios siguen siendo cuantiosos. Ningún banco presenta pérdidas pero los beneficios empiezan a caer año tras año. Los pisos casi no bajan de precio porque la banca los aguanta artificialmente.
La banca empieza a acumular ladrillo en sus balances, en tu oficina ya no te dan un préstamo para comprarte un coche pero te ofrecen pisos y casas por doquier. Estamos en 2012 y en los últimos años los beneficios han caído drásticamente, eso sí, poco a poco y año a año. Las únicas entidades que han presentado pérdidas han sido aquellas intervenidas por el Banco de España.
Consecuencias para la economía española
Llevamos 4 años perdidos en los que no se ha diagnosticado correctamente al enfermo y se le ha dejado agonizar año tras año. Mientras la banca se ha preocupado por esconder y refinanciar a los promotores morosos se han olvidado de las empresas sanas, que son el auténtico motor del país.
El poco dinero disponible se ha utilizado para intentar salvar a los promotores y no penalizar así las cuentas de resultados de los bancos en vez de dar ese dinero a aquellas empresas que sí son viables y que la banca le ha dado la puntilla al no renovarle esos préstamos tan necesarios para la supervivencia.
Por este motivo muchas han tenido que echar el cierre y mandar a miles de personas al paro.
Situación actual – reforma financiera
Ante esta situación el gobierno acaba de aprobar una nueva ley para que la banca reconozca de una vez por todas estas pérdidas que tiene escondidas dentro del ladrillo de sus balances. Es la conocida como Ley de Guindos por la que la banca deberá reconocer pérdidas discrecionalmente en función del tipo de ladrillo que tenga en su balance (suelo, promociones en curso, pisos e incluso préstamos a promotores)
Aunque es una mejora sobre la situación anterior, no es suficiente ya que la mayoría de las entidades ya han dicho que podrán asumir estas pérdidas este año sin que les suponga prácticamente ningún perjuicio.
Los pisos bajarán…más.
Aquella promoción de pisos en tercera línea de mar de Alicante que financió al 100% en 2007, que al cabo de 2 años recompró al 80% al promotor para que no le entrara como moroso y que tiene en venta en sus oficinas al 60%, sabe que los pocos que ha vendido los ha vendido por el 30% pero lo sigue valorando por 80%.
Con esta nueva ley el Banco de España le obliga a valorarlo por el 30% por lo que cómo las pérdidas se las tiene que reconocer venda o no venda el piso el banco ya no tiene ninguna motivación por aguantar el piso en su balance y lo ofrecerá al 30%.
La banca tiene miles de millones de euros en pisos por lo que el mercado de la vivienda se resentirá y el goteo de los últimos años se acelerará y el precio de la vivienda se acercará algo más a su valor real como venimos advirtiendo en posts anteriores.
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