¿A quien no le ha pasado que por no querer perder un poco
lo acaba perdiendo todo? Pues esto es lo que les ha ocurrido a los pilotos de
Iberia. Por querer defender a capa y espada el chollo que tenían montado han
conseguido que a los británicos se les acabe la paciencia.
Los pilotos viven en su propia burbuja de cristal, no son
conscientes que Iberia acumula pérdidas por 1.300 millones de euros desde 2008.
Y si ahogas a la empresa que te da de comer tarde o temprano pagas las
consecuencias.
Los 7 pecados capitales de los pilotos de Iberia:
1. Un capitán de largo recorrido gana 203.000 euros, un sueldo que casi triplica al del presidente del Gobierno y que
es un 27 por ciento más alto del que cobra un competidor.
2. Vacaciones a mansalva: Si comienzan a operar antes de las 10:30 de la mañana tienen un
día de libranza. Gracias a este privilegio, los pilotos de corto radio (vuelos
domésticos) de la compañía con sede en Barajas tuvieron una media de 29 días
extras de vacaciones el último ejercicio.
3. Reducción de jornada con el mismo sueldo en el caso de que un piloto de Iberia lleve operando en la
compañía durante 15 años, algo que ocurre con la mayoría de los comandantes. Se
respeta su nómina y puede trabajar un 28 por ciento menos de tiempo.
4. Hoteles de cinco estrellas entre varias opciones a
elegir. Ellos deciden en qué hotel de cinco estrellas se hospedan.
5. Cuatro pilotos en vuelos en los que se permiten tres. Pese a que la normativa española sobre seguridad aérea permite
que vuelen sólo tres pilotos en rutas de aproximadamente 12 horas, el Sepla
insiste en que sus tripulaciones para Latinoamérica tengan cuatro miembros: dos
capitanes y dos oficiales. Según los cálculos de Iberia, esta concesión, que no
se realiza en aerolíneas de la competencia que cubren las mismas rutas, eleva los costes de operación en un 47 por
ciento.
6. Controlan el escalafón de la entrada de nuevos pilotos
en la compañía: buscan
controlar que el sindicato siempre mantenga la fuerza negociadora.
7. Tienen controlado el orden de los despidos en el caso
de ERE. Los pilotos aunque sólo representan el 7 por ciento del
total de los empleados, son los únicos que tienen pactado por convenio el orden
de los despidos. En su caso son los empleados con menos años en el escalafón
los que abandonarían la empresa, mientras que seguirían en la misma los
comandantes con más años, más experiencia y, sobre todo, más sueldo.
Todos estos privilegios
han provocado que la viabilidad de la compañía se tambalee y para poder seguir
siendo competitiva tenga que realizar fuertes ajustes que no hubiesen sido
necesarios si se hubiese realizado concesiones en su momento.