El ministro de Economía y ha
anunciado una serie de medidas que buscan mejorar el funcionamiento del mercado
hipotecario y proteger a las personas más vulnerables por la crisis.
Entre las medidas más destacadas se
encuentran:
1) Los intereses de demora serán como máximo el triple que el interés legal
del dinero. Esta medida aplicará a TODAS las hipotecas, antiguas y nuevas.
La Banca se aprovechaba para sablear a los morosos que no pagaban con tipos de
interés más propios de la usura. Con esta medida los morosos podrán impagar más
tranquilamente.
2) El número de imagos que permiten
iniciar el proceso de reclamación de deudas pasa de 1 a 3 impagos.
3) Se acaba la obligatoriedad de
aceptar tasaciones de tasadores
vinculadas a la banca con el consecuente conflicto de intereses. Se refuerza
la independencia de las sociedades de tasación respecto de las entidades de
crédito con dos medidas:
a)
Las
entidades de crédito deberán aceptar obligatoriamente una tasación homologada aportada por el cliente.
b)
Además
se reduce del 25% actual al 10% del porcentaje que otorga carácter de participación
significativa.
4) Cuando se ponga en marcha una
ejecución hipotecaria de vivienda habitual el juez deberá decidir entre:
a) Condonar el pago de la deuda si el deudor paga el 65% del total pendiente
en el quinto año desde la adjudicación del bien o el 80% en el décimo año.
b) En caso de que el
banco obtenga una plusvalía con la venta del bien en esos 10 años, podrá exigir que el 50% reduzca la deuda
pendiente.
Esperemos que estas medidas sirvan realmente para evitar la usura a la que muchos desahuciados se ven sometidos, porque la ley actual permite que por el hecho de no poder pagar la hipoteca se trate a los morosos como apestados sin ningún tipo de derecho: echados de sus casas y con deudas de por vida a tipos de interés más propios de épocas feudales.
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